Lesiones en el volleyball y anatomía de sus lesiones
Los esguinces de tobillo
Las lesiones de tobillo son las más comunes en los jugadores de voleibol, normalmente se produce tras aterrizar con la parte externa del pie, doblándose demasiado hacia adentro y deben ser inmovilizados durante el menor tiempo posible para facilitar una recuperación más rápida. Un esguince de tobillo de grado 1 es una lesión leve que se produce cuando los ligamentos del tobillo se estiran más de lo normal, pero no se rompen, mientras que un esguince de tobillo de grado 2 es una lesión moderada que se produce cuando los ligamentos del tobillo se desgarran parcialmente. Generalmente, se tratan mediante el uso de refuerzos y un adecuado programa de rehabilitación. Sin embargo, en algunos casos, los esguinces de tobillo pueden ir acompañados de fracturas sutiles o lesiones en el cartílago. Si el dolor persiste después de varias semanas, es necesario realizar una evaluación más exhaustiva, que puede incluir radiografías y/o una resonancia magnética.
El regreso a la actividad física se puede autorizar cuando el jugador ya no experimente dolor y sea capaz de soportar su peso corporal al estar de pie sobre los dedos del pie.
La tendinitis rotuliana
El tendón rotuliano trabaja con los músculos de la parte frontal del muslo para extender la rodilla de modo que puedas patear, correr y saltar. La tendinitis rotuliana de grado 1 es una distensión leve del tendón rotuliano que se caracteriza por un dolor leve en la rodilla después de la actividad física, ,ientras que la tendinitis rotuliana de grado 2 es una lesión moderada del tendón rotuliano, que se caracteriza por un desgarro de las fibras del tendón o de la unión entre el hueso y el tendón. Las causas más comunes por las que puede ocurrir la tendinitis rotuliana son: Rigidez en la musculatura de la pierna y rangos de movimiento más cortos, estrés repetitivo provocado por microtraumatismos, como continuas caídas de saltos (muy claro en voleibol) o realizar pedaleo constante, malas adaptaciones o progresiones de la carga inadecuadas, posturas del cuerpo o técnica deficientes, situaciones que impliquen una tensión excesiva en el tendón que pueda llegar a provocar inflamación o microdesgarros.
Por lo general, en los grados 1 y 2, los médicos suelen comenzar con fisioterapia y medicamentos, y en casos más graves se puede recurrir a la cirugía. Los analgésicos como el ibuprofeno y el naproxeno sódico pueden aliviar a corto plazo el dolor por tendinitis rotuliana. Para reducir el riesgo de lesión se recomienda no jugar cuando tengas dolor, fortalecer los músculos y mejorar tu técnica.
Anatomía de las lesiones
Esguince de tobillo
Los huesos que componen el tobillo son el peroné, la tibia y el astrágalo.
Los músculos que lo componen son el gastrocnemio o gemelos y el sóleo, y un músculo pequeño, el plantar, se unen para formar el gran tendón calcáneo.
Se compone de un total de tres articulaciones: la articulación talocrural, la articulación talocalcaneonavicular y la articulación subtalar.
Esguince de tobillo
Tendinitis rotuliana
La rodilla está compuesta por el fémur (hueso del muslo), en la parte superior, y la tibia (hueso de la espinilla) y el peroné en la parte inferior.
Los músculos que componen la rodilla son los músculos bíceps femoral, semitendinoso y semimembranoso, mientras que el músculo poplíteo inicia la flexión de la "rodilla bloqueada". Los músculos grácil y sartorio asisten como flexores débiles.
La articulación tibiofemoral como su nombre lo indica es la unión entre la tibia y el fémur, mientras que la articulación patelofemoral es la unión entre la patela y el fémur.
